Hoy el programa va a ser aburridísimo. Vamos a hablar sobre 10 maneras efectivas para evitar ser hackeado. ¿Y sabes por qué va a ser aburrido? Pues porque la mayoría de la gente ya ha oído lo que voy a decir. Algunos hasta juran que lo saben. Además, eso de los “hackeos” le sucede a otra gente”… como el cáncer, que le da a los demás.
Claro, el día que te dan la noticia (sobre el hackeo, claro) se te va el alma a los tobillos. Tus cuentas de banco desaparecen. Tus datos personales se vuelven de conocimiento general, en fin… tu vida se vuelve un infierno. Pero no te preocupes. Eso le sucede a otra gente.
La semana pasada me sucedió algo de lo más curioso. Y no tiene nada que ver con esto de los “hackeos”. Es sencillamente que dio al traste con mi manera de ser. Resulta que uno de ustedes me escribió para sugerir que volviera a presentar el programa como “un esfuerzo de Accurate Communications “en lugar de decir que “llega a ti como una cortesía mía”.
Lo cierto es que Accurate Communications es el nombre comercial de mi oficina, un proyecto que el gobierno de Puerto Rico se encargó de echar abajo junto al de otros miles de empresas cuando le pidió al Congreso de los Estados Unidos que eliminara la Sección 936 del Código de Rentas Internas de ese país.
La eliminación de la Sección 936 propició que cientos de empresas de alta manufactura salieran de Puerto Rico y se mudaran a Irlanda y a la China. Claro, esas empresas eran mis clientes, y los de miles de empresas PYMES como la mía. Cuando comenzó la eliminación de la sección 936 en el 1996 yo servía a 13 ó 14 compañías farmacéuticas en Puerto Rico. Cuando culminó en el 2006 no me quedaba ninguna.
En sus inicios Hablando de Tecnología fue una manera de promover mi empresa y de tratar de ganar nuevos clientes que reemplazaran los que estaba perdiendo por causa de la eliminación de la Sección 936. Desafortunadamente el esfuerzo no funcionó, primero, porque Puerto Rico tiene un gran rezago en todo lo referente a tecnología, y segundo, porque mi audiencia creció fuera de la Isla.
A lo largo de los 13 años que tiene el programa siempre le he pedido cooperación a la audiencia, y como digo en cada episodio, la verdad es que el programa llega a ustedes “con la ayuda de un puñado de fieles seguidores que me han acompañado a lo largo de los años”. Sí, son un puñado que puedo contar con los dedos de una mano, y me sobran dedos. Así que la verdad —monda y lironda— es que “llega a ti como una cortesía mía”, y claro, con la ayuda de ese puñado de buenos amigos.
Los puertorriqueños tenemos muchas cosas buenas. Pero, tenemos un (o más de una) cosa mala: “nos empeñamos en dorar las píldoras”. No nos gusta llamar las cosas por su nombre. Por lo menos “algunos” puertorriqueños.
Yo las canto como las veo. De hecho, hace unos años entrevisté a un argentino, que a la sazón era uno de los asesores del palacio presidencial de ese País. Y en aquellas dos ocasiones hablamos precisamente de lo mismo que voy a hablar hoy. ¿Y sabes lo que me dijo sin que yo se lo preguntara? Que parecía mentira que un programa de la calidad del mío tuviera que estar mendigando ayuda. Palabras de él, no mía. Así que nuevamente: “llega a ti como una cortesía mía”.