A las nueve de la mañana, China anuncia la detención en su territorio de cinco ciudadanos estadounidenses bajo la acusación de espionaje. La Casa Blanca ha negado que los detenidos trabajen para ninguna agencia gubernamental y ha exigido a China su inmediata liberación. En rueda de prensa, el secretario de defensa estadounidense ha pedido a todos sus ciudadanos que abandonen el país asiático y pongan rumbo a Europa, dado que sus fronteras permanecen cerradas debido a la crisis del CHF24. Unas declaraciones que no han sentado nada bien en Bruselas. La presidenta del Eurogrupo no está segura de que Europa pueda asumir un compromiso semejante en estos momentos.
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